Críticas

críticas

Y terminó el programa con el otro estreno, la obra 'Scarlattiano' de Miguel Bustamante, que consta de cinco partes: Lento, rápido, lento, rápido y coda brillante. La obra se toca casi sin solución de continuidad, hubo solamente una pequeña pausa. Lo que él se propuso fue utilizar los ritmos repetitivos y células tonales de las citadas sonatas, combinándolas a su aire. Logró con ello producir una música de lenguaje contemporáneo, pero anclada en el pasado, y el resultado fue sumamente gratificante. Música muy refrescante, muy bien instrumentada, que sonó con encanto y alegría. Con ello se comprueba una vez más que un estilo moderno sale ganando si se basa en material antiguo y tradicional. La coda (Allegro festivo), una auténtica gozada, tanto para los músicos como para los oyentes, con efectos virtuosos chispeantes. Un feliz fin de fiesta
Estructurado en tres tiempos, la sabia escritura, el eclecticismo estilístico y las múltiples referencias culturales que se dan en su seno hacen que el Trío de Bustamante resulte de gratísima escucha y seguro éxito
Otro estreno absoluto fue Ferraz 2008, para violín y piano, de Miguel Bustamante, composición pensada tanto para homenajear al Conservatorio y a Adolfo Salazar, como también ideada para ser interpretada por Ana Baget y Aníbal Bañados, ambos prestigiosos profesores de Ferraz. La obra tiene forma A-B-A-C-A, siendo la parte A caracterizada por obstinados repetidos. Las partes B y C son más líricas, pero tienen algunas excursiones virtuosístas, tanto para piano como para violín. La obra suena muy convincente y mantiene el interés del oyente en todo momento, abriendo nuevas expectativas a medida que avanza. La interpretación, excelente: muy bello el sonido del violín de Ana Baget. ' (Juan Krakenberger)
Regresamos del descanso y nos encontramos de lleno con el fantástico Diabolus in musica de Miguel Bustamante. Obra de fuerte carácter rítmico, casi danzante, posee una escritura realmente compleja que evoca un diablo burlón, satírico y —con permiso del compositor— casi saltarín. Los pasajes de mayor densidad ganan fuerza y ascienden progresivamente hasta un brillante clímax final. Otra bella obra, sin duda, que merece la atención de artistas y públic
El primer estreno es un brillante homenaje del compositor, pianista y musicógrafo español Miguel Bustamante (Oruro, Bolivia, 1948) al polifacético e irrepetible Carles Santos, fallecido en diciembre de 2017, en el que el natural talento creativo de Bustamante abraza y se recrea con la en todos los sentidos original 'canción' Tocatico-Tocatà del genio de Vinaròs para configurar una suerte de luminoso divertimento para trompa y piano –Juegos sobre 'Tocatico-tocatá' (Homenaje a Carles Santos)– cargado de atractivos, vitalidad y virtuosismo nunca gratuito, que sin perder su novedosa escritura mantiene con mimo y veneración el sello inconfundible de Carles Santos. Éste hubiese aplaudido con decidido entusiasmo el acabado trabajo recreativo de Bustamante y la brillante interpretación de Bonet y Gómez-Morán
Arrancó la 24 edición del COMA, el festival de música contemporánea que la Asociación Madrileña de Compositores mantiene con esfuerzo, apurando las siempre cicateras y casi siempre recortadas ayudas que puede conseguir. Se trata, sin embargo, de un certamen importante, ya que cada año ofrece una visión amplia de lo que por aquí se compone, que es mucho y, en muchas ocasiones, bueno. En este caso actuaba una pianista totalmente en boga, que ya atesora una brillante carrera internacional, Isabel Dobarro, quien aúna una técnica impecable con un gran sentido interpretativo capaz de abordar lenguajes y estéticas tan dispares como las que integraban el programa en cuestión, que más que un mosaico era un auténtico caleidoscopio del piano de ahora mismo. Decía Ravel que, al escribir para la mano izquierda, no hay que plegarse a lo que la mano izquierda puede hacer, sino a lo que se puede hacer para la mano izquierda. Y así lo entiende Miguel Bustamante, que estrenaba un reciente Nocturno para la mano izquierda irreprochablemente escrito y muy expresivo, digno de quien conoce a fondo el instrumento y es un creador de verdad que desvela el misterio y el color del nocturno sin su ominosidad.
En realidad, algo personal, como puede ser el "Scarlattiano" de Bustamante, para flauta y trío de cuerda, donde el motivo de inspiración se subsume al propio lenguaje y a una obra que fluye con ágil retórica